España está, en algunos resultados educativos (por ejemplo, en la tasa de Abandono Educativo Temprano o AET), bastante alejada de los objetivos que marca la UE para sus Estados miembros, mientras que en otros (niveles de escolarización a los cuatro años o tasa de titulados superiores) no sólo alcanza los objetivos actuales de la UE sino incluso los que marca para 2020. Presentan AET los jóvenes de 18 a 24 años que no tienen un título de secundaria postobligatoria y no están estudiando.
La importancia de este indicador radica en que quienes lo integran llegan al mundo laboral sin una mínima cualificación, con escasas expectativas profesionales a nivel personal y, además, socialmente son un freno en la evolución hacia la sociedad del conocimiento.